miércoles, noviembre 16, 2016

RECUERDOS DE LA I VUELTA CICLISTA A ARAGÓN

Por Antonio Salazar
Disputada del 5 al 12 de octubre de 1939, organizada por Amanecer y el Club Ciclista Iberia, bajo la fuerza, la voluntad y la afición por el ciclismo del inolvidable Angel Castellot.
Participaron la flor y nata del ciclismo nacional de aquellos momentos, con los Cañardo, Delio Rodriguez, Fermín Trueba, Vicente Escuriet, Federico Ezquerra, Telmo García, Bernardo de Castro, Antonio Martín, Joaquín Olmos, Antonio Andrés Sancho, Botanch, Izquierdo, Molina, etc.y los ases aragoneses que eran en aquella época, José Lahoz, Martín Abadía, de Ejea de los Caballeros; Benito Cabestreros, de Calatayud y Aurelio Julián Cabrera, también tomamos parte Carmelo Ferrer, Luis Abad y Antonio Salazar.
La Vuelta a Aragón se presentó en aquel lejano año de 1939, con la aureola de ser la carrera de mejores premios de la temporada española, pues tenía la “friolera” de 5000 Ptas. al vencedor.
Ya se habían celebrado después de la Guerra Civil el Circuito del Norte o Vuelta al País Vasco, la Madrid-Lisboa, la Vuelta a Cataluña etc., en todas ellas y con ayuda de los catalanes Sancho, Olmos, Botach, Izquierdo y Gimeno, había dominado a placer el campeonísimo español Mariano Cañardo. Con esta racha de triunfos en la temporada parecía que iba a ser un paseo triunfal para el gran Cañardo, ya en las puertas del declive por la edad, pero no fue así, fue, como pudiéramos decir, la Vuelta a Aragón la tumba de su inmenso historial como corredor ya que en la etapa Alcañiz-Tamarite se retiró.
En esta Vuelta, existieron dos frentes de gran valor, uno de ellos era Delio Rodriguez, Vicente Escuriet, Fermín Trueba y el madrileño Antonio Martín, el mejor eslitista que haya tenido el ciclismo español; por el otro lado, los catalanes, Sancho, que resultaría vencedor de la Vuelta, Olmos, Botanch, Izquierdo, Gimeno Cañardo quedó aislado de este grupo, así como los aragoneses y otro de distintas regiones de España, que hacían el ciclismo individual de la época.
Tomamos la salida 47 corredores y solamente acompañaban la Vuelta dos masajistas, que como es natural eran para los privilegiados; por cierto uno de ellos fue don Joaquín Rubio, un hombre enamorado del ciclismo y con unas ideas que hoy siguen existiendo dentro del ciclismo no solo nacional sino europeo, el otro era Blanco madrileño; estos masajistas tenían el beneficio del 10 % de los premios que conseguían sus pupilos.
La caravana motorizada se componía de dos motoristas militares, un camión descubierto cedido por el ejército, y dos automóviles pequeños y viejos que en alguna ocasión, como en la etapa de Huesca-Ejea y entre Sádaba y la meta, el coche que portaba el juez árbitro no podía despegarse de Sancho.

La Vuelta a su paso por Daroca
 La concentración de los corredores y ¿caravana? Motorizada se desarrolló en la plaza de España, frente a la Diputación y la salida oficial de la primera etapa, que se disputó de Zaragoza a Teruel en el Paseo Teruel, en el mismo puente del ferrocarril. En Longares se escapó el catalán Antonio Andrés Sancho y llegó a Teruel con trece minutos de adelanto sobre el pelotón principal, ganando el sprint de este grupo el aragonés Cabrera.
La segunda etapa disputada entre Teruel y Alcañiz, por carreteras de tierra la ganó en un precioso “sprint” el aragonés José Lahoz, este corredor que falto de estilo, ha sido a mi parecer, el de más clase que ha tenido Aragón, hasta la fecha. Esta victoria del aragonés no pareció sentar bien a los ases nacionales que protestaron y amenazaron con retirarse de la carrera si no se descalificaba a Lahoz, pues aducían que se había agarrado a un automóvil, ¿Dónde estaban los automóviles?
La tercera etapa Alcañiz-Tamarite, se neutralizó hasta Caspe, donde en pontones se atravesó el Ebro, pues el puente había sido volado en la guerra. Poco después fue cuando el gran Cañardo, se retiró subiendo al camión escoba y aduciendo que se le había roto el manillar, la batalla del equipo Trueba, Delio etc. , abierta contra Sancho fue despiadada y en la etapa siguiente de Tamarite a Huesca, ya logró colocarse primero de la general Fermín Trueba.
Pero existió un detalle que fue muy importante para el desarrollo de la I Vuelta a Aragón, todos los días, estos ases del pedal que respondían al nombre de Trueba, Delio, Facuriet etc., se presentaban al punto de salida más tarde de la hora anunciada siendo advertidos estos corredores que en la etapa Huesca-Ejea por Jaca de 220 Klm. se saldría puntual, faltaron, como de costumbre, los corredores antes nombrados y esta etapa ha sido la carrera más disputada que yo he visto en mis 40 años de ciclismo; fueron 220 Klm. contra reloj, cada uno rodaba como podía, desfallecían, se recuperaban y así hasta Ejea y por carreteras como caminos, Sancho se puso otra vez líder y ya no dejaría la casaca blanca que fue el distintivo del primero, otra etapa Ejea-Calatayud y la última Calatayud-Zaragoza, día del Pilar, con entrada por Delicias, General Franco y meta el Coso frente a la Audiencia.

Antonio Andrés Sancho
 Antonio Andrés Sancho, el vencedor, al domingo siguiente 17, en Santander se proclamaba también Campeón de España.
Fuente: Suplemento especial Vuelta a Aragón. Autor del reportaje: Antonio Salazar