domingo, noviembre 15, 2009

PABLO SERRANO I

La labradora en el Parque Los Fueros
de Teruel años 80
.... Durante un par de meses de 1956, viaja por España y algunos países de Europa Central con Juana Francés (que luego sería su esposa). Modela varias significativas interpretaciones al retrato, destacando la de José Camón Aznar. Comienza sus experiencias con el hierro y la búsqueda de su espacio interior.
Durante el mes de enero de 1957, presenta su primera individual. Durante la exposición realizó la interpretación al retrato de Miguel Labordeta.
En 1962, realiza por encargo para el Hotel Tres Carabelas de Torremolinos la escultura monumental Viaje a la Luna en el fondo del mar.
En 1963 realiza el Monumento Homenaje a Puerto Rico de los Republicanos españoles y concluye la estatua del Monumento a Isabel la Católica destinado a Santiago de Chile.
Hasta septiembre de 1965, finaliza las monumentales figuras de San Valero y el Ángel de la Ciudad para Zaragoza.
A comienzos de 1967, expone sus Unidades-yuntas y Hombres con puerta. Con la inauguración del Monumento a Miguel de Unamuno, comienza en 1968 un trabajo pleno de trabajos monumentales: además de Las manos, de Ballaterra (Barcelona) sigue trabajando en el monumental relieve sobre la Venida de la Virgen del Pilar de Zaragoza.

En 1970 se inaugura el Monumento a Benito Pérez Galdos. En 1973 se inaugura en la Sede Central del Banco Hispano Americano. En 1981, la ciudad de Alcañiz le rinde homenaje, bajo el título El pan necesario . A comienzos de 1982, presenta en Zaragoza la exposición El hombre y el pan. Realiza la escultura monumental del Mausoleo de Félix Rodriguez de la Fuente, para Burgos. Es distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
En febrero de 1983, la Junta de Gobierno de la Universidad de Zaragoza acordó nombrar Doctor Honoris Causa a Pablo Serrano Aguilar. Se instaló definitivamente y se inauguró en Baeza. Se inaugura en Salamanca el Monumento a Antonio de Nebrija. (Continuará)
Fuente: Boletín Informativo de la Diputación de Teruel Nº 8 Octubre-Diciembre de 1985
Autor: Rafael Ordoñez Fernández