Su trayectoria
profesional viene marcada por un estilo interpretativo y una
capacidad fuera de lo común, que la han permitido abordar con éxito
los más diversos personajes. Con doce películas en su haber,
Kathleen ha demostrado tener una gran habilidad para interpretar
cualquier papel, logrando de cada trabajo un triunfo personal. En sus
filmes ha sabido utilizar unos increíbles recursos que la hacen
sumergirse en cada una de las mujeres que interpreta en la pantalla,
aportando algo de sí misma a todas ellas. Kathleen se adentra de tal
manera en los papeles que encarna que parecen ser una segunda piel
para ella, como si de un auténtico camaleón se tratase.
Kathleen está
considerada como uno de esos fenómenos que solamente aparecen cada
cierto tiempo. Muchos la han comparado con Lauren Bacall por su
encanto y dominio ante las cámaras, pero todas las comparaciones son
odiosas y en el caso concreto de Kathleen resultan además
innecesarias, pues ella ha introducido un estilo personal y
refrescante que la convierten en una gran estrella con luz propia.
Esta polifacética actriz
ha sido la gran revolución de los ochenta, todo un ídolo que
erradia en la pantalla sensualidad y magnetismo. Ella ha conseguido
un Globo de Oro por su interpretación en “El honor de los Prizzi”
y la nominación para los Oscar a la mejor actriz por su labor en
“Peggy Sue se casó”, pero también ha conseguido ser algo más,
ser todo un símbolo del cine actual que en ocasiones vuelve a
recordarnos los años de esplendor de la mitificada Meca del cine.
SU VIDA: PERSONALIDAD Y
ENCANTO
Kathleen Turner nació el
19 de junio de 1954 en Springfield, Missouri. Hija de un diplomático
de los Estados Unidos, su infancia y adolescencia transcurrieron por
diversos países de Europa y América . Ella era la tercera de cuatro
hermanos, los cuales nacieron en diferentes lugares, dado el trabajo
del padre. Así su hermano mayor nació en Bélgica, otra hermana en
Tokio y el menor en Canadá. Por ello, Kathleen hasta los diecisiete
años llevó una vida nómada, lo que le proporcionó numerosas
experiencias al asumir culturas diferentes, como en Venezuela donde
aprendió el castellano con un peculiar acento. Pero fue en la ciudad
del Támesis, Londres, donde Kathleen sintió por primera vez la
llamada de la interpretación.
Ya adolescente, tras la
muerte de su padre, la futura actriz regresó a su ciudad natal,
comenzando sus estudios de arte dramático en la universidad estatal
de Missouri. Dos años más tarde decide cambiar de universidad,
trasladándose a la de Maryland, donde colaboró en la creación de
un nuevo teatro mientras obtenía su licenciatura. Poco tiempo
después se marcha a Nueva York con un escaso equipaje, sus libros y
con apenas cien dólares en el bolsillo. Allí se instala en el
apartamento de una amiga y comienza su andadura buscando un manager,
David Luc, un hombre que, según propias declaraciones de la actriz,
no sólo fue su descubridor, sino que compartió con ella su vida.
Los inicios de Kathleen
no fueron nada fáciles, realizó anuncios para la televisión,
trabajó como camarera en una hamburguesería y no cesaba de estudiar
con la ilusión de que su gran oportunidad llegaría. Este ritmo de
vida lo mantuvo durante ocho meses, pero en diciembre de 1977 las
cosas cambiarían para la Turner cuando le ofrecieron el papel de
Nora en la serie diurna “The doctors”, en la que permaneció a lo
largo de dieciocho meses. Este trabajo coincidió durante nueve meses
con su actuación en directo en Broadway, en la obra “Gemini”, lo
que suponía una auténtica locura, por la mañana televisión y por
la tarde teatro.
Poco tiempo después
llegó la tan ansiada oportunidad para Kathleen, su primer papel en
el cine. El director Laurence Kasdan le ofreció el personaje de
Matty en el filme “Fuego en el cuerpo”. Ella no lo dudó un
momento y acepto ser la mujer fatal y sensual que debía atrapar nada
menos que a William Hurt. Este trabajo le valió que la compararan
con Lauren Bacall.
Dos años transcurrieron
hasta que Kathleen Turner protagonizara el papel de Doris en el film
“Un genio con dos cerebros”, junto al famoso cómico Steve
Martin. Después intervino en la película de carácter ecológico
“En busca del águila”, al lado de Rutger Hauer.
Ya en 1984, Kathleen fue
abandonada por David Luc, su agente, tras rodar “la pasión de
China Blue”, filme en el que la actriz interpreta a una prostituta
que lleva una doble vida y que cuenta con numerosas escenas de fuerte
erotismo, lo que no agradó a su compañero. Sin embargo unos meses
más tarde contrajo matrimonio con Jay Weiss.
Ese mismo año llegaría
para Kathleen una magnífica oportunidad, cuando rodó “Tras el
corazón verde”. Con esta película Kathleen alcanzó una notable
popularidad a nivel internacional que la hizo subir como la espuma en
su carrera.
En su siguiente trabajo
encarnó a la amante de un mafioso, Jack Nicholson, en “El honor de
los Pizzi”, papel que proporcionó a la estrella el Globo de oro a
la mejor interpretación femenina en 1985. Kathleen guarda un
maravilloso recuerdo del director de este film, el desaparecido John
Huston, a quien la actriz considera el mejor director con cuantos ha
trabajado, porque sabía respetar en todo momento al actor que tenía
enfrente.
También ese mismo año
protagonizó “La joya del Nilo”. El año 1986 supuso para la
actriz su afianzamiento como definitivo como una de las grandes
estrellas del celuloide al protagonizar “Peggy sue se casó” de
la mano del prestigioso realizador Francis Ford Coppola. Su actuación
fue elogiada por toda la crítica y consiguió la nominación para el
oscar correspondiente a la mejor actriz.
Al año siguiente
Kathleen Turner embarazada de su hija Rachel Ann, rodó “Julia y
Julia” junto a Sting. A continuación, poco antes del nacimiento
del nacimiento de su primogénita, Kathleen protagonizó la comedia
de corte romántico “Interferencias”
La actriz volvió a
formar pareja con William Hurt en “El turista accidental”, film
dirigido por Lawrence Kasdam.
Ya en 1989 Kathleen
retorna a la pantalla junto a su pareja de éxito, Michael Douglas,
en la película “La guerra de los Rosse”, dirigida por Danny de
Vitto.
Sin duda alguna Kathleen
Turner ha demostrado a lo largo de su corta pero intensa carrera ser
una excelente actriz capaz de interpretar cualquier papel,
especialmente los más difíciles. Una mujer muy trabajadora y
decidida, a la que le gustan las cosas bien hechas, con una cultura
más que notable y una gran facilidad para los idiomas.
Fuente: Super Ídolos del
cine – fascículo Nº 4 – Cusset Editores, S. L.
Estos datos son de cuando
la actriz contaba treinta y seis años, como ustedes sabrán la
actriz tiene problemas de salud desde hace varios años.
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