UN TUROLENSE PIONERO DE LA ARQUEOLOGÍA
Nació en Calaceite en
1882. Arqueólogo e investigador, señero en la historia de los
estudios prehistóricos aragoneses. Inició sus estudios en Tortosa y
Zaragoza. Sus primeras excavaciones en San Antonio de Calaceite lo
inclinaron plenamente al estudio de la Arqueología. En 1903
descubrió las pinturas de Calapatá e inició el estudio del arte
levantino, en el que destacó, oponiéndose incluso a las imperantes
ideas de H. Breuil, el cual lo criticó dura e injustamente. Desde
1907, con Cerralbo y Fita, inicia una serie de publicaciones. Ese
mismo año es nombrado correspondiente de la Real Academia de la
Historia. Al año siguiente se le encarga la elaboración del
Catálogo Monumental de Teruel. Trabaja con Breuil y viaja por toda
Europa pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios. Trabajó
con D. Manuel Gómez Moreno en el Centro de Estudios Históricos
sobre la cultura ibérica, de la que fue un gran especialista.
De sus excavaciones
destacan las de Tútugi, Menga, Azaila y las Cogotas de Cardeñosa
(Ávila). En 1920 es colector y reparador en el Museo de Arqueología
de Madrid, cargo que gana por oposición, para el nuevo Museo
Arqueológico Nacional, en 1942. También durante algún tiempo fue
director del Museo Cerralbo de Madrid y jefe de la Sección de
prehistoria del Instituto Diego Velázquez del C.S.I.C.
De sus publicaciones
sobre Aragón destacan El Arte Rupestre en España (Comisión
de Investigaciones Prehistóricas y Paleontológicas, Memoria nº 1,
Madrid 1915); “Excavaciones en el Roquizal del Rullo (Fabara)”
(Memorias de la Junta Superior de Excavaciones Arqueológicas,
Barcelona, 1915 – 20); “La Cerámica pintada de Azaila”
(Archivo Español de Arte y Arqueología, VI Madrid, 1926). Su
bibliografía completa se puede ver en el Boletín del Seminario de
Arte y Arqueología de la Universidad de Valladolid, XIII, 1946-47.
[J.E.G.]
Fuente:
GRAN ENCICLOPEDIA ARAGONESA – Primera edición
MUSEO
DE CALACEITE
EL
LEGADO IBÉRICO DE JUAN CABRÉ
Entre
las numerosas casas solariegas y palacetes que abundan por las calles
de Calaceite destaca un antiguo edificio de finales del siglo XVIII
que hace dos décadas fue rehabilitado para albergar la colección de
arqueología cedida por los herederos de Juan Cabré.
Salas
decoradas con ricas escayolas y una bonita balaustrada de madera en
las escaleras que unen las cinco plantas del inmueble van guiando al
visitante por los restos de la cultura ibérica que fueron rescatados
de los numerosos yacimientos de toda España donde el arqueólogo
centró sus investigaciones. Las dos plantas principales del museo
están dedicadas a la vida y al trabajo de este turolense
polifacético, considerado como uno de los más importantes y
fecundos arqueólogos españoles del siglo XX. Junto a los siete
paneles explicativos aparecen calcos originales de Cabré así como
pinturas y dibujos realizados por él mismo. Entre los objetos más
llamativos destaca la cámara de fotografías que utilizó para
completar sus estudios.
En
varias fotografías se observan los primeros trabajos de excavación
en el Poblado de San Antonio de Calaceite, en el que colaboraron
vecinos del pueblo que, en una fotografía de 1915 aparecen junto al
poblado con sus mejores galas. Otra imagen permite contemplar cual es
la situación actual de este yacimiento, uno de los más conocidos de
todo el término municipal.
La
segunda planta se suele emplear como espacio complementario para las
exposiciones temporales -que se organizan en el primer semisótano-
así como para la organización de diversos actos culturales.
El
piso más bajo de todo el inmueble ofrece la recreación de una
vivienda del siglo XX y permite contemplar antiguos aperos agrícolas,
como un carro, tinajas, trillos...Todos los elementos fueron donados
por particulares de Calaceite.
Fuente:
Heraldo de Aragón 04-03-2005 – Autor del reportaje: E. Pérez B.
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