Mitad siamés, mitad
burmés, el tonkinés es el logrado cruzamiento entre los dos. Más
dulce que el siamés, más vivaz que el burmés, parece haber tomado
de uno y de otro sus mejores cualidades. A esto se añade su
magnífico pelo, único en su género...
El tonkinés no tiene una
única historia: dichos, leyendas y maledicencias se entrecruzan, y
aún hoy no se sabe con seguridad el origen de esta raza. Es cierto
que en la base de todo hay un cruzamiento entre un siamés y un
burmés, pero es verdaderamente difícil saber con exactitud a cuando
se remontan estos primeros acoplamientos.
Hay varias hipótesis al
respecto. Algunos consideran incluso que los siameses chocolate
point, presentes en el Crystal Palace a finales de siglo, eran en
realidad tonkineses. Para otros hay una controversia por la primacía
del burmés o del tonkinés: ¿cuál de ellos llegó antes a
Occidente? Según algunos, la primera gata burmesa importada de
Birmania en 1930 era en realidad una hembra de tonkinés. Para otros,
fue precisamente a partir de esa gata burmesa, llamada Wong Mau, que
el doctor J. Thompson habría obtenido tonkineses, acoplándola con
siameses seal point...
Cualquiera que sea el
origen exacto de la raza, sabemos que la cría del tonkinés empezó
en Estados Unidos, en los años treinta, aunque la verdadera
selección del actual tonkinés se remonta a los años sesenta por
obra de la canadiense Margaret Conray. En efecto fue la CCA (Canadian
Cat Asosociation) la primera asociación que admitió la raza en la
categoría de “Campeonato”. En Estados Unidos la raza fue
aceptada primero por la CFF y luego por la CFA. En Europa, la raza
aún no ha sido reconocida por la FIFe.
UNA LENTA
EVOLUCIÓN
Admitido por
primera vez para competir en las exposiciones norteamericanas en
1984, el tonkinés quizá podría figurar en la lista de los recién
nacidos en el ambiente felino. Hermoso, nuevo, este gato está aún
en sus comienzos, y los criaderos dedicados a la raza son bastante
raros.
Desde que la
raza ha obtenido el reconocimiento por parte de la CFA (Cat
Fanciers´Association), se aconseja a los criadores que eviten los
cruzamientos entre siamés y burmés y que acoplen a los tonkineses
sólo entre sí. Ahora, las leyes de la genética indican que del
cruzamiento de un siamés y un burmés nace toda una camada de
tonkineses, mientras que el acoplamiento de dos tonkineses produce
una media de dos gatitos tonkineses, un burmés y un siamés, y esto
hace notablemente más lenta la selección de la raza.
A esta
dificultad se añade el problema de la elección de los
reproductores. Los pocos criadores que siguen utilizando la “receta
de fabricación” tradicional de los tonkineses (siamés por burmés)
no eligen al azar sus padres. En un criadero no se acopla a un gato
cualquiera con una gata cualquiera, sobre todo hoy que el siamés y
el burmés representan cada uno un tipo extremo: el primero es tan
esbelto y ágil como el segundo es robusto y recio. Los criadores
deben buscar, pues, gatos del “tipo” antiguo, es decir, que no
se correspondan con las actuales normas de los concursos felinos.
EL IDEAL
GATO DE COMPAÑÍA...
Aún poco
difundido en Europa, al tonkinés no le faltan cartas ganadoras. Su
magnífico pelo constituye en sí mismo una razón suficiente para
apreciarlo. Además, su temperamento seduce infaliblemente a cuantos
lo conocen. Más conciliador que el siamés, que tiene fama de ser
excesivo en todo, es tan vivaz como el burmés. Parece, por tanto, el
perfecto compromiso entre los dos.
De una
ternura infinita, el tonkinés es igualmente conocido por su
fidelidad: es de esos gatos que sólo tienen un amo. Dulce y
afectuoso, su mirada aguamarina abandona raramente a quien lo ha
elegido...Y, cuando se aleja de su amo, es para dedicarse a uno de
los juegos que le agradan. Verdadero payaso de espíritu, el tonkinés
es, en efecto, un eterno cachorro, que pasa sus días jugando. Con
su carácter brioso y alegre tiene energía para regalar y sorprende
continuamente con sus salidas. Como los gatitos, solo se está quieto
cuando se queda dormido, cansado, entre los brazos de su amo. ¡Es
evidente que esta buena pieza necesita espacio!
LOS COLORES
Visón
natural (natural mink)
El cuerpo
tiene tonos pardo cálido medio, con tintes ligeramente más claros a
nivel del vientre. Las puntas son pardo oscuro. La nariz y las
almohadillas son pardo oscuro o ligeramente rosadas. Los ojos son
color aguamarina.
Visón
champagne (champagne mink)
El
cuerpo es de cálido color crema. Las puntas son de color pardo
medio. La nariz va de rosa tenue a al pardo claro. Las almohadillas
pueden ser rosa o pardo claro. Los ojos son aguamarina.
Visón
azul (blue mink)
El
cuerpo va del gris azulado claro al azul medio. Las puntas, más
intensas, van del azul medio al azul pizarra. La nariz es gris
azulada. Las almohadillas pueden ser gris azuladas o de un tono
ligeramente rosado los ojos son aguamarina.
Visón
platino (platinum mink)
El
cuerpo es gris claro, tendente al tono plata muy pálido con matices
cálidos. Las puntas son más oscuras que el resto del pelo y asumen
un color peltre. La nariz es color lavanda. Las almohadillas son de
color claro. Los ojos son color aguamarina.
Visón
miel (honey mink)
El
cuerpo puede tener varias tonalidades, que van del crema dorado a un
cálido color ámbar preferentemente con un matiz albaricoque. Las
puntas son de color pardo rojizo. La nariz puede ser de color pardo y
del mismo color que las puntas. Las almohadillas son también de
color pardo o del color de las manchas. Los ojos son aguamarina.
Fuente:
Enciclopedia El Gato. Editorial Planeta Volumen 4. 1994
Protectoras de Teruel:
http://www.amigomio.info/
http://proyectogatoteruel.jimdo.com/
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