

El trabajo de los dinamizadores aunque es oscuro tiene la gratificación de poder acercar a los usuarios más desfavorecidos e incluso a través del programa Internet Rural acercar a núcleos de población pequeños las TIC. La enseñanza en los telecentros es muy superior a la que se pueda ofrecer en cualquier academia, no porque seamos superiores a nadie, símplemente porque estamos cerca del usuario hasta que le introducimos en el menejo de los ordenadores y el uso adecuado de Internet, para que éste se defienda después con su propio ordenador. No ganamos nada con que la gente se ponga ordenadores en su domicilio y después no sepa hacer una gestión con el banco a través de Internet o hacerse su propia declaración de Hacienda, entre otras cosas, para esto estamos los dinamizadores.
También nosotros tenemos que formarnos y lo hacemos on-line a través de La Academía Nacional de Telecentros de España gestionada por la Fundación Esplai http://www.redconecta.net/
Para que vean como funcionan estos cursillos les incluyo este comentario de evaluación del último curso que estoy realizando "Recursos de apoyo a la dinamización", el comentario es de la compañera de curso Jordina dinamizadora del telecentro del Valle de Yerri (Navarra).
"Hola a todos-as aparte de que he aprendido mucho, que tengo ya muchas ideas nuevas y que he encontrado nuevas formas de trabajar y recursos para hacerlo todo más fácil y cómodo, quiero insistir en la importancia de cursos como este donde se nos permite conocer gente, experiencias y formas de trabajar en un mismo lugar. Es impresionante lo que se puede aprender y el cambio que le podemos dar a nuestro lugar de trabajo, un espacio más dinámico al que incluso personalmente nos sentiremos mejor al realizar nuestro trabajo. Un curso on-line, práctico y útil, no hay muchos".
Ínternet puede ser una ventana abierta al mundo para esas personas que por circunstancias de la vida han sido apartadas de los grupos productivos. Así que anímese y si en su localidad hay un telecentro visítelo y sobre todo úselo.
Las fotos que ilustran este post pertenecen al telecentro de Guareña, cedidas amablemente por Filo Isidoro.