miércoles, octubre 19, 2016

RAZAS DE GATOS: EL TONKINÉS


Mitad siamés, mitad burmés, el tonkinés es el logrado cruzamiento entre los dos. Más dulce que el siamés, más vivaz que el burmés, parece haber tomado de uno y de otro sus mejores cualidades. A esto se añade su magnífico pelo, único en su género...
El tonkinés no tiene una única historia: dichos, leyendas y maledicencias se entrecruzan, y aún hoy no se sabe con seguridad el origen de esta raza. Es cierto que en la base de todo hay un cruzamiento entre un siamés y un burmés, pero es verdaderamente difícil saber con exactitud a cuando se remontan estos primeros acoplamientos.
Hay varias hipótesis al respecto. Algunos consideran incluso que los siameses chocolate point, presentes en el Crystal Palace a finales de siglo, eran en realidad tonkineses. Para otros hay una controversia por la primacía del burmés o del tonkinés: ¿cuál de ellos llegó antes a Occidente? Según algunos, la primera gata burmesa importada de Birmania en 1930 era en realidad una hembra de tonkinés. Para otros, fue precisamente a partir de esa gata burmesa, llamada Wong Mau, que el doctor J. Thompson habría obtenido tonkineses, acoplándola con siameses seal point...
Cualquiera que sea el origen exacto de la raza, sabemos que la cría del tonkinés empezó en Estados Unidos, en los años treinta, aunque la verdadera selección del actual tonkinés se remonta a los años sesenta por obra de la canadiense Margaret Conray. En efecto fue la CCA (Canadian Cat Asosociation) la primera asociación que admitió la raza en la categoría de “Campeonato”. En Estados Unidos la raza fue aceptada primero por la CFF y luego por la CFA. En Europa, la raza aún no ha sido reconocida por la FIFe.

UNA LENTA EVOLUCIÓN
Admitido por primera vez para competir en las exposiciones norteamericanas en 1984, el tonkinés quizá podría figurar en la lista de los recién nacidos en el ambiente felino. Hermoso, nuevo, este gato está aún en sus comienzos, y los criaderos dedicados a la raza son bastante raros.
Desde que la raza ha obtenido el reconocimiento por parte de la CFA (Cat Fanciers´Association), se aconseja a los criadores que eviten los cruzamientos entre siamés y burmés y que acoplen a los tonkineses sólo entre sí. Ahora, las leyes de la genética indican que del cruzamiento de un siamés y un burmés nace toda una camada de tonkineses, mientras que el acoplamiento de dos tonkineses produce una media de dos gatitos tonkineses, un burmés y un siamés, y esto hace notablemente más lenta la selección de la raza.
A esta dificultad se añade el problema de la elección de los reproductores. Los pocos criadores que siguen utilizando la “receta de fabricación” tradicional de los tonkineses (siamés por burmés) no eligen al azar sus padres. En un criadero no se acopla a un gato cualquiera con una gata cualquiera, sobre todo hoy que el siamés y el burmés representan cada uno un tipo extremo: el primero es tan esbelto y ágil como el segundo es robusto y recio. Los criadores deben buscar, pues, gatos del “tipo” antiguo, es decir, que no se correspondan con las actuales normas de los concursos felinos.

EL IDEAL GATO DE COMPAÑÍA...
Aún poco difundido en Europa, al tonkinés no le faltan cartas ganadoras. Su magnífico pelo constituye en sí mismo una razón suficiente para apreciarlo. Además, su temperamento seduce infaliblemente a cuantos lo conocen. Más conciliador que el siamés, que tiene fama de ser excesivo en todo, es tan vivaz como el burmés. Parece, por tanto, el perfecto compromiso entre los dos.
De una ternura infinita, el tonkinés es igualmente conocido por su fidelidad: es de esos gatos que sólo tienen un amo. Dulce y afectuoso, su mirada aguamarina abandona raramente a quien lo ha elegido...Y, cuando se aleja de su amo, es para dedicarse a uno de los juegos que le agradan. Verdadero payaso de espíritu, el tonkinés es, en efecto, un eterno cachorro, que pasa sus días jugando. Con su carácter brioso y alegre tiene energía para regalar y sorprende continuamente con sus salidas. Como los gatitos, solo se está quieto cuando se queda dormido, cansado, entre los brazos de su amo. ¡Es evidente que esta buena pieza necesita espacio!

LOS COLORES
Visón natural (natural mink)
El cuerpo tiene tonos pardo cálido medio, con tintes ligeramente más claros a nivel del vientre. Las puntas son pardo oscuro. La nariz y las almohadillas son pardo oscuro o ligeramente rosadas. Los ojos son color aguamarina.
Visón champagne (champagne mink)
El cuerpo es de cálido color crema. Las puntas son de color pardo medio. La nariz va de rosa tenue a al pardo claro. Las almohadillas pueden ser rosa o pardo claro. Los ojos son aguamarina.
Visón azul (blue mink)
El cuerpo va del gris azulado claro al azul medio. Las puntas, más intensas, van del azul medio al azul pizarra. La nariz es gris azulada. Las almohadillas pueden ser gris azuladas o de un tono ligeramente rosado los ojos son aguamarina.
Visón platino (platinum mink)
El cuerpo es gris claro, tendente al tono plata muy pálido con matices cálidos. Las puntas son más oscuras que el resto del pelo y asumen un color peltre. La nariz es color lavanda. Las almohadillas son de color claro. Los ojos son color aguamarina.
Visón miel (honey mink)
El cuerpo puede tener varias tonalidades, que van del crema dorado a un cálido color ámbar preferentemente con un matiz albaricoque. Las puntas son de color pardo rojizo. La nariz puede ser de color pardo y del mismo color que las puntas. Las almohadillas son también de color pardo o del color de las manchas. Los ojos son aguamarina.
Fuente: Enciclopedia El Gato. Editorial Planeta Volumen 4. 1994
Protectoras de Teruel:
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